Hicimos tres tartitas donde estaban representados todos los diseños de las tartas y los sabores que quisieron probar: limoncello con dulce de leche, limoncello con chocolate y frambuesas con chocolate.
Uno de los pisos será con un motivo acolchado.
Otro de los pisos llevará este precioso encaje.
Y los otros dos llevarán uno un diseño barroco y el otro unos puntos de glasa.
Hago un inciso para comentar que para hacer los puntos y que me quedaran equidistantes empleé un truco que vió una amiga el otro día en uno de esos programas de tartas de Canal Diviniti y me lo comentó. Se los pongo por si les interesa y les saca de un apuro. Se coge una lámina de esas de las antiguas transparencias y se marca con un rotulador los puntos siguiendo el patrón que necesitemos. En este caso, yo cogí el molde de los rombos del acolchado y marqué sólo los vértices. Luego con un punzón sobre una esponja marqué bien (incluso en algún caso perforé) los puntos. Ya sólo quedaba aplicarlo sobre el fondant y apretar con el alisador para que queden impresos. Por último, con una manga, se aplica la glasa encima de las señales de los puntos. Limpio, fácil y rápido.
Al final, los novios se han decidido por el color beige con spray perlado y los sabores de limoncello y dulce de leche. Uff, ahora sólo hay que ponerse manos a la obra con la tarta y a rogar que salga todo bien.
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