Por supuesto no teno ni idea de ajedrez, así que tuve que implicar a mi costillo para que me dijera cómo colocar las piezas. Espero que haya solucionado la partida porque si no todavía están esperando a comerla. ....
Otro reto fue conseguir los moldes para las piezas de ajedrez. Traerlos desde la península me ha salido carísimo, aunque ahora nos han quitado los impuestos y a ver si dejamos de estar en el tercer mundo para el comercio por internet.
Los sabores también eran un reto, porque la quería de crema de queso y arándanos. Usé la de Tartafantasía y he de decir que me ha encantado, realmente firme y buenísima de sabor.
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