No sé en otros sitios, pero aquí , en Canarias, es costumbre hacer un regalito a los profes a fin de curso, no es obligatorio, pero bueno, un detalle en agradecimiento por el trabajo del curso. Este año el curso de mi hija le ha hecho a la profe un regalo común, pero la verdad es que la profe ha sido genial con ella y quise tener un detalle particular, así que pensé en un zapato de tacón relleno de bombones.
Tenía muchas ganas de probar mi molde nuevo de chocolate y la verdad es que resulta muy fácil trabajar con él. Lo difícil es luego manipular el zapato para que no se derrita en las manos, porque justo esos días teníamos una ola de calor que pensé que no llegaba el zapato al colegio.
Los bombones también son caseros rellenos unos de maltesers y otros de dulce de leche.
Mi hija dice que a su profe le gustó mucho. Espero que sí y que lo disfrute porque ha hecho un trabajo con los niños realmente bueno, una profe de las que les gusta su trabajo.
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