Esta tarta nos hizo mucha ilusión hacerla, porque era nuestra primera tarta zapato. Bueno, me hizo ilusión a mi que soy más "pija" para estas cosas, a mi hermana denle robots, y monstruos y cosas de esas que a ella le gustan más.
Nos la encargó una amiga que también es muy pijilla y ahí que nos pusimos a preparar las cosas con varios PAP metidos en la tablet.
Lo primero que hicimos fue hacernos con unas plantillas que podeis encontrar en internet. Con ellas recortamos la plantilla de la base del zapato, la suela, y de un molde para sujetar el zapato mientras se seca.
Para la suela usamos fondant blanco teñido y con un poco de CMC, y para la base del zapato mezclamos fondant rojo con pasta de flores.
Pasamos por el filo de la suela el rodillo marcador para imitar las costuras y lo pegamos sobre la base del zapato. Para pegar nosotras usamos glasa o un poco de agua cuando son cosas muy pequeñas.
Le recorté el filo del zapato porque no me gustaba tan puntiagudo y lo dejamos secar un día. Luego cortamos con nuestra plantilla la parte de arriba del zapato a la que le hicimos unos dibujos con el rodillo marcador.
Con la parte del talón procedimos de la misma manera. Pegamos las dos partes con glasa y lo dejamos secar todo otro día. Para que se mantuviera mientras se secaba le pusimos unos moldes de cartón forrados con papel vegetal.
Pero claro, así quedaba muy soso, así que le pusimos un adorno en la parte de delante del zapato con el rodillo marcador y una pulsera tobillera con una bolita en el cierre.
Y ahora viene la parte de los problemas. Por no se qué razón el fondant rojo no se secó. No sé porqué y no lo entiendo, así que si alguno me puede decir qué creen que falló les agradecería que me dijeran, porque lo tuve varios días secando, la mezclé con pasta de flores y ni por esas. Es fondant CrediPaste, que ya lo habíamos usado antes y con buenos resultados, pues esta vez .... chafado. El segundo problema es que la suela sí que secó y cuando la fuimos a montar, una tiró de la otra y ..... catacrash..... se partió. Me quería morir, porque no me daba tiempo a hacer de nuevo el zapato. Así que ideé rellenar la grieta con una glasa espesa teñida del mismo color que la suela, y bueno, la verdad es que no quedó mal. Lo alisé todo lo que pude y la cosa quedó presentable, aunque no tan bien como yo hubiera querido.
Aquí está la tarta ya terminada. La parte de abajo es un bizcocho de vainilla con relleno de ganaché de chocolate y cerezas al kirsch. Esta combinación queda riquísima cuando no hay niños. La hicimos imitando una caja de zapatos. La próxima vez le hacemos un diseño de Manolo Blahnik.... siempre y cuando el fondant ayude.
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