Los papás de Mario nos pidieron para su bautizo una tarta según un diseño muy concreto que nos trajeron. Y tenía que tener un tenis chiquititos All Stars. Ya había hecho zapatos otras veces, pero siempre son un reto, que no queden bien, que se rompan, que no sequen bien por el calor... En esta ocasión todo fue estupedamente, la verdad, todo encajó a la primera, y se secó muy bien, claro que empecé con casi una semana de antelación a prepararlo para que todo saliera bien.
No es exactamente un paso a paso, porque se me olvidó hacer las fotos (perdón) pero es que me concentro tanto, con los nervios de que todo quede bien, que la verdad es que se me va el santo al cielo.
Me ha gustado mucho el resultado. Ha sido un trabajo muy agradecido.
Aquí ya están en su sitio en la tarta.
Con su logo de All Star en chiquitín, ¿¡ No es una monada!?
El montaje final si fue un poco más complicado, sobre todo laborioso, porque hacer que las rayas queden verticales y derechitas es un reto, y el calor que no ayuda mucho a que todo quede como debe. Pero en fin, al final lo importante es lo que dirán los papás de Mario mañana.
La tarta es de dos bizcochos de chocolate con relleno de ganaché de chocolate y crema de maracuyá con almíbar de naranja.
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