Bueno, este fin de semana no nos hemos quedado muy a gusto con el trabajo realizado, entre la tarta de la Frankie, que le faltaba algo, y esta del "floripondio pocho", no nos hemos quedado satisfechas.
Esta tarta nos la pidieron para un regalo de comunión de una niña, Silvia. Pues, la tarta que en principio no presentaba mucha complicación, se acabó complicando porque el fondant no quiso colaborar.
Como siempre empecé a prepararla un par de días antes para que las hojas del lazo secaran bien, pues no, no ocurrió eso, cuando el día anterior compruebo como van, estaban blandos. Pensé que faltaría CMC, así que los rehice con más cantidad. Pues no, eso no era, porque no acabó de endurecer como debía. Bueno, el rosa sí, tanto que se resquebrajó y hubo que hacerle una cirujía de emergencia antes de que vinieran a buscarla.
Por favor, si alguien sabe porqué cuando se me queda un poco de fondant fuera se endurece y cuando quiero que endurezca no lo hace, por favor, diganmelo.
En fin, así quedó al final la tarta, que no digo yo que esté horrorosa, pero que podría haber quedado mejor.
Eso sí, a Silvia le gustó y no querían partirla porque le daba pena y también les gustó el sabor, así que al final no estuvo tan mal.
El bizcocho es de chocolate con pedacitos de oreo, y el relleno de buttercream de oreo.
El próximo día les pondré la entrada del curso de cocina que estuvo muy bien, pero por hoy, ya no doy más.