Este fin de semana está siendo un poco agridulce. Dulce porque seguimos metidas en tartas y agrio porque estabamos preparando la tarta de la fiesta de "babyshower" que ibamos a hacer esta tarde para mi cuñada, que está embarazada de gemelos, niño y niña, pero los pequeñajos nos dieron un susto y querían llegar antes de tiempo. Mi cuñada está de 7 meses y comenzó con contracciones así que corriendo para el hospital. Afortunadamente la cosa ha quedado en un susto, pero le han dado medicación para que las contracciones se paren, y durante todo este día así ha sido, así que esperamos que todo quede en un susto y con mucho reposo de la mamá mis sobrinos permanezcan en el "horno" un poco más, hasta que estén "en su punto". (creo que debería dejar de hacer tartas porque me estoy obsesionando, no? jajaja)
Como siempre hicimos los detalles con tiempo para que se secaran y estuvieran listos.
En el barrigón están marcados los piecesitos de los pequeñajos y el ombligo de su madre. El traje es de color verde que es el color preferido de mi cuñada.
La tarta es de bizcocho de vainilla con almíbar de café y crema de queso, vamos un tiramisú.
Mi hermano y mi cuñada han decidido que les llevemos mañana la tarta al hospital para que se la coma el personal de planta que por lo visto se están portando muy bien. Aunque me cuñada dice que ella también quiere un trocito, eso es buena señal, de que los peques quieren estar ahí dentro un poco más. ¡Animo Pablo y Bea, que todo va a salir estupendamente!
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