Los widgets están hechos con fondant y glasa. Para algunos también empleamos el bolígrafo de tinta comestible. Lo que más complicado nos resultó fue conseguir que quedaran perfectamente alineados, tal y como deben estar en un Iphone que se precie.
Le pusimos también los botones laterales y las aberturas para las conexiones y demás, las hicimos presionando sobre el fondant con las estecas, para darles la forma correspondiente.
Sabemos de buena tinta, que la tarta no acabó estampada en ningún sitio, porque finalmente la cumpleañera tuvo su Iphone 5, el de verdad, el no comestible.
Todavía me estoy recuperando de esta maravilla de ingeniería porque, desde luego, ya no es pastelería creativa
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